domingo, 17 de julio de 2011
Pedaleando llegue
transcurria el dìa, tome mi bicicleta y acompañado por mi casco, sali de mi casa hacia el museo con expectativas de conocer el espacio que ya muchos allegados me habian propueto conocer. La 30 andaba un poco sola, algunos carros iban y venian, al compaz del semaforo comenze a pensar en còmo serà ese lugar, a modo seguido una tractomula cruzaba conmigo el puente, giramos en la oreja y me senti tentado a seguir, empeze a subir en contravia por la regional detras de aquel animal deforme gris que divide la ciudad con sus espantosas protuberancias arrogantes, continue, en un giro un arco me da la bienvenida, me parece extraño que en la ciudad donde la memoria la extinguen, haya aun de pie este particular arco, continuando un mural que me sumergia en colores y manifestaciones, parqueo mi bicicleta, entro al museo y veo dos ovejas " el diablo anda suelto como leòn rugiente...estèn alerta " y me sumerjo en este cuento, entro y siento q mis pies suenan, que algo se ha quebrado, plastico picado, colores en un puente y agua que brota como manantial natural, salgo y me sigo adentrando en sensaciones, unos monos que saltan y me miran, creo que me desafian o me gozan, son simpaticos, en una esquina un manglar con varios cangrejos creo, tratando de comer y un ave muestra con elegancia su porte de seriedad, continua ahi quieta, paso y en un cuarto oscuro que me inhibe totalmente de mi intension y de la ciudad, me presenta erotismo y morbo y un cierto dolor suministrado por este particular pez, que ha perdido y ha sido cazado... me reintegro, se abre esta puerta y vuelvo a sentir que estoy en la ciudad que desconozco y creo conocer, la ciudad que deprisa me lleva y a veces me cuesta parar y bajar.... tomo a Lola y nos montamos de nuevo en Medellìn.
JPPP
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